Skip to main content

Los radicales libres son moléculas muy reactivas que nuestro cuerpo genera a diario (al respirar, digerir o defenderse) y que, en exceso, rompen el equilibrio natural y favorecen el llamado “estrés oxidativo”, dañando lípidos, proteínas y ADN, con impacto en el envejecimiento y en diversas dolencias. Este artículo explica, de forma clara, qué son y cómo se producen, por qué el equilibrio (y no la eliminación total) es lo importante, y cómo afectan a la salud cuando se desbordan. También aborda el papel del agua con hidrógeno molecular disuelto: un enfoque que modula selectivamente los radicales más agresivos sin apagar las señales útiles del organismo y que, gracias a su gran capacidad de difusión, alcanza todos los tejidos de forma rápida. Todo ello, apoyado en estudios científicos recientes y con recomendaciones prácticas para integrar esta estrategia en un estilo de vida saludable.

¿Qué son los radicales libres y por qué importan?

Los radicales libres son moléculas con electrones desapareados que reaccionan fácilmente oxidando otras moléculas; forman parte del grupo de especies reactivas de oxígeno y nitrógeno (ROS/RNS). En niveles fisiológicos participan en señalización celular y en la respuesta inmune; en exceso, contribuyen al estrés oxidativo, un denominador común del envejecimiento celular y de múltiples patologías crónicas.

Cómo se producen

  • Endógenos: fuga electrónica en la cadena respiratoria mitocondrial; actividad de NADPH oxidasas, xantina oxidasa; respuesta de neutrófilos y macrófagos.

  • Exógenos: tabaco, radiación UV, contaminación, hiperglucemia sostenida, dietas ricas en grasas oxidadas, estrés crónico.

El organismo dispone de sistemas antioxidantes propios (enzimas como superóxido dismutasa, catalasa, glutatión peroxidasa), y también obtiene antioxidantes de la dieta (vitaminas C y E, polifenoles, carotenoides, agua hidrogenada, etc.).

El exceso de ROS inicia peroxidación lipídica (membranas), oxida proteínas/enzimas y produce lesiones en el ADN; este daño acumulativo favorece la disfunción celular.

Equilibrio redox: lo importante es el balance

El organismo cuenta con antioxidantes endógenos (SOD, catalasa, glutatión peroxidasa) y antioxidantes exógenos de la dieta. El objetivo no es “eliminar todos los radicales”, sino restablecer el equilibrio: conservar la señalización útil y limitar el daño.

El equilibrio entre radicales libres y antioxidantes es crucial:

  • Equilibrio → el cuerpo utiliza los radicales libres incluso como defensa (ej. destruir bacterias).

  • Exceso → daño acumulativo en tejidos, asociado a envejecimiento prematuro, cáncer, aterosclerosis, diabetes, Parkinson, Alzheimer, entre otras patologías.

En resumen: los radicales libres no son “malos” en sí mismos, pero su exceso y el desbalance con los antioxidantes es lo que desencadena problemas de salud a medio y largo plazo.

Cuando se produce el desequilibrio, aparece el estrés oxidativo y puede afectar a:

  • Lípidos de membranas celulares → causando peroxidación lipídica y pérdida de integridad de las células.

  • Proteínas → alterando enzimas, receptores y estructuras esenciales.

  • ADN → favoreciendo mutaciones y aumentando el riesgo de enfermedades crónicas.

¿Qué aporta el hidrógeno molecular (H₂) disuelto en agua?

  • Selectividad: el H₂ neutraliza el radical hidroxilo (•OH) —uno de los más dañinos— y peroxinitrito, sin reaccionar de forma relevante con otras ROS como H₂O₂ o NO• (que intervienen en señalización). Esto evita “apagar” rutas fisiológicas.

  • Difusión y biodisponibilidad: por su tamaño pequeño y carácter neutro, el H₂ atraviesa rápidamente membranas, llega a mitocondrias y cruza la barrera hematoencefálica; por ello puede alcanzar todos los tejidos con homogeneidad.

  • Modulación biológica: además del efecto captador de radicales, se han descrito efectos reguladores sobre vías de inflamación y estrés oxidativo (p. ej., NF-κB, Nrf2), en función del contexto.

 ¿Qué dice la evidencia clínica?

La literatura ha crecido en la última década. Los resultados, aunque heterogéneos en magnitud, son coherentes en la dirección del efecto:

  • Adultos sanos (4 semanas, 1,5 L/día de agua rica en H₂):
    Reducción de apoptosis de células inmunes y down-regulation de redes de NF-κB; tendencia a mayor capacidad antioxidante en >30 años. Ensayo aleatorizado, doble ciego, controlado.

  • Síndrome metabólico (24 semanas, alta concentración de H₂):
    Disminución de colesterol total y glucosa, mejora de biomarcadores inflamatorios y redox frente a placebo (RCT).

  • Hígado graso no alcohólico (8 semanas):
    Ensayos doble ciego muestran tendencias favorables en IMC, lípidos y daño tisular; bien tolerado.

  • Síntesis de evidencia:
    Revisiones sistemáticas recientes concluyen que el agua rica en H₂ puede reducir estrés oxidativo e inflamación en varios contextos, con necesidad de RCTs más grandes y prolongados para afinar indicaciones y dosis.

Seguridad: no se han descrito efectos adversos mayores en ensayos clínicos publicados; el H₂ se elimina por exhalación y no deja residuos metabólicos.

Los radicales libres son necesarios, pero su exceso sostenido deteriora tejidos. El agua con hidrógeno molecular ofrece una intervención redox selectiva y con gran capacidad de difusión, con evidencia humana que respalda mejoras en marcadores de estrés oxidativo, inflamación y metabolismo en escenarios concretos. No es un sustituto de tratamientos médicos, pero sí un complemento con un perfil de seguridad favorable y fundamentos biológicos sólidos.

Nota Beber Salud

Nuestros sistemas de agua hidrogenada priorizan alta concentración de H₂ disuelto, difusión rápida y cumplimiento normativo. Si desea una recomendación personalizada según su situación y objetivos, contáctenos.

Bibliografía

  1. Ohsawa I., et al. Nature Medicine (2007): “Hydrogen acts as a therapeutic antioxidant by selectively reducing cytotoxic oxygen radicals.” (Selectividad por •OH; difusión rápida). Nature

  2. Murphy M.P., et al. Nature Metabolism (2022): “Guidelines for measuring reactive oxygen species and oxidative damage…” (Doble papel fisiológico/patológico de ROS). Nature

  3. Bardaweel S.K., et al. Pharmacol Rep (2018): “Reactive Oxygen Species: the Dual Role…” (ROS como señalizadores y agentes de daño). PMC

  4. Chen W., et al. Int J Mol Sci (2020): “Neuroprotective Effects of Molecular Hydrogen: A Critical Review.” (Difusión y cruce de la BHE; seguridad). PMC

  5. Sim M., et al. Scientific Reports (2020): RCT en adultos sanos; menor apoptosis de PBMC y modulación de NF-κB con 1,5 L/día de agua rica en H₂ (4 semanas). Nature

  6. LeBaron T.W., et al. Diabetes, Metabolic Syndrome and Obesity (2020): RCT (24 semanas) en síndrome metabólico; mejoras en lípidos, glucosa e inflamación con alta concentración de H₂. PMC

  7. Kura B., et al. Antioxidants (2022): RCT (8 semanas) en NAFLD; tendencias favorables y buena tolerabilidad. PMC

  8. Dhillon G., et al. Int J Mol Sci (2024): Revisión sistemática sobre agua rica en H₂; reducción de respuestas inflamatorias y mejora de capacidad antioxidante en distintos ensayos. PMC

  9. Zheng Y., et al. Signal Transduction and Targeted Therapy (2024): Revisión sobre peroxidación lipídica y daño de membranas. PMC